Orgullo o Soberbia
El orgullo (del catalán orgull), y a veces también dicho soberbia (del latín superbia), es idea que tiene varias significaciones dependiendo mucho en la perspectiva filosófica que se propone. El mismo término significa cierto sentimiento y también las acciones, virtudes o vicios, que de él provienen.  De estos se desprenden:
Egoísmo
El egoísta se basa en la afirmación de sí mismo; esta afirmación parte de la entrega del yo a su lógica o verdad particular. Esta verdad solo puede saberse a través del mismo yo y solo es para el yo particular; dentro de esta lógica se encuentra el principio de acción moral del egoísta.
Egocentrismo
En psicología, egocentrismo es la característica que define a una persona para referirse a que sus propias opiniones e intereses son los más importantes. El término deriva del Griego egô, que significa “yo”. Una persona egocéntrica no puede “ponerse en los zapatos de los demás (quitándose primero los de él mismo)”, y cree que todos buscan lo que él busca (o lo que él ve, en alguna forma, excede en lo que otros ve).
Egolatra o Narcisista
La personalidad Narcisística se caracteriza por un patrón grandioso de vida, este se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro, el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Hay en el Narcisista una inagotable sed de admiración y adulación, esta última lo incapacita para poder reflexionar e incluso pensar. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto a la teatralidad y reconocimiento de sus acciones, que en la eficacia y utilidad de las mismas. Su visión es el patrón al cual el mundo debe someterse.
Egotismo
El término egotismo, de origen inglés (Egotism), puede ser identificado con el concepto de excesiva importancia concedida a sí mismos y a las propias experiencias vitales. Se trata, en suma, de la tendencia a hablar o escribir de modo excesivo sobre sí.
La palabra fue difundida en Europa por Stendhal, que tituló precisamente uno de sus libros de memorias Recuerdos de egotismo (1832, pero publicado en 1892). Sin embargo, goza de poca raigambre en el contexto hispánico, reducido su uso fundamentalmente a la literatura.
Vanidad
La vanidad es la excesiva confianza y creencia de la propia capacidad y atracción muy por encima de otras personas y cosas. “Vano”, vacío.
Arrogancia
La arrogancia es una cualidad negativa que se refiere al excesivo orgullo de una persona en relación consigo misma. El adjetivo calificativo relativo a esta pasión es arrogante. Una persona arrogante tiende a exagerar, a menudo, su propia importancia. A menudo, las personas arrogantes no se dan cuenta de su comportamiento y se niegan a reconocer que lo son. Aunque el término parece ligado a las personas que tienden a remarcar su propia importancia de forma verbal, también se puede aplicar a alguien que no muestra externamente esta cualidad a través de sus comentarios, pero si parece evidenciarla a través de sus actos. Una persona arrogante en extremo normalmente intentará echar por tierra los puntos de vista y opiniones de las otras personas, con el objetivo de situarse por encima de éstas. Esto hace que, presumiblemente, las discusiones con las personas que adolecen de este defecto no puedan resolverse de una forma argumentada y razonable. Un conversador racional encontrará que sus argumentos lógicos o intuitivos no surten efecto, ya que la persona arrogante intenta sustituir la discusión racional por una discusión emocional entre los egos de los conversadores.
Unidos a la arrogancia aparecen la falta de capacidad para reconocer las propias limitaciones y el carácter competitivo.
Todo esto es Orgullo o Soberbia.